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Alimentación de los caballos.

Los caballos son herbívoros con un estomago poco voluminoso y un intestino muy desarrollado, diseñados para masticar y comer durante una gran parte de su día, poco a poco pero a menudo.

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Sus sistemas digestivos están diseñados principalmente para digerir fibra y, por lo tanto, el forraje (heno o hierba) debe representar la mayor parte de su dieta.

Pasto.

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Su base alimenticia es o debería ser la hierba, fresca directamente del pasto. La hierba posee muchas vitaminas y minerales, pero no tiene mucho valor nutritivo, y además su valor nutritivo y su efecto sobre el rendimiento están influenciados por la especie, el estado de madurez del forraje y la fertilidad del suelo.

Planificamos los prados para adaptarnos a la rotación de pastos. Dependiendo de la carga de caballos, proporcionamos un período de descanso al pasto para permitir el rebrote y la recuperación.

Heno.

Recogemos en verano la hierba de nuestros prados en el momento óptimo para garantizar los niveles máximos de nutrientes ya que la madurez de la hierba en el momento de cortarla influye decisivamente en la calidad final del heno. 

El heno se embala y almacena para que mantenga siempre toda su calidad hasta el momento de ser consumido.

Este se suele dar en el mismo prado de donde se ha recogido, de manera que los caballos y su sistema digestivo, están ya adaptados a ese tipo de hierba y a ese terreno. 

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Pienso.

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Cuando es necesario dar un suplemento extra, preparamos una mezcla de avena, salvado, maíz triturado y un poco de cebada, todo remojado con aceite de girasol. Solemos añadir ajo, algarrobas, granulado de alfalfa o algún otro suplemento según las necesidades del caballo. O bien usamos piensos comerciales de calidad, formulados con diferentes niveles de energía, vitaminas y minerales según el nivel de actividad del caballo.

Comen entre 3 kg-4 kg al día, repartido en dos tomas.

Sal.

Los caballos siempre disponen de bloques de sal mineral que les proporcionan electrólitos imprescindibles para el buen funcionamiento de todas las funciones esenciales del caballo y poseen además micronutrientes que no se encuentran en el pasto ni el grano.

Las rocas de sal mineral de Cavalls Wakan, proceden, casi siempre, de las minas de sal de Remolinos (Zaragoza), explotadas desde la antigüedad por su alta calidad, y desde luego mucho mas natural que los bloques de sal manufacturados.

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Agua.

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El agua es la prioridad básica para la vida del caballo,  está involucrada en todo, desde el bombeo del corazón y la digestión de los alimentos hasta la lubricación de las articulaciones, la filtración de desechos a través de los riñones y desde luego la regulación de su temperatura corporal. 

Un caballo puede vivir alrededor de un mes sin comida, pero dentro de las 48 horas sin agua, es probable que comience a desarrollar problemas. Nunca les debe faltar acceso a agua fresca, limpia y apetecible de beber

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