Cuando la mayoría de las personas deciden que quieren dar un relajante paseo a caballo, buscarán "hípica", “equitación”, "montar a caballo" o algo similar.
Montar a caballo es un término muy amplio. Puede incluir una variedad de actividades, desde un corto paseo por el campo hasta doma (clásica, western, vaquera...) y equitación de competición (carreras, raid, salto...).
Lo que la mayoría de la gente busca es una escapada relajante en la que pueda conectarse con la naturaleza y el caballo, mientras pasa tiempo de calidad con su familia o amigos, entonces una ruta a caballo puede ser justo lo que necesita.
Hoy en dia en nuestra sociedad occidental, el caballo ya no es una herramienta de trabajo ni forma parte de la vida cotidiana. Sin embargo, la imagen algo mítica de un jinete solitario cabalgando hacia el misterioso horizonte es muy atractiva. Invita a la ensoñación y la libertad.
Mucha gente, por lo tanto, disfruta de su tiempo libre en contacto con los caballos y la naturaleza. Se reencuentra así la presencia de un animal de gran belleza, a la vez fogoso y dócil, noble y muy sensible; reconectando también con el aroma de la tierra húmeda, el aire libre, el silencio, el espacio, y unas sensaciones que las ciudades nos niegan. Numerosas investigaciones han demostrado que el tiempo que se pasa en la naturaleza estimula el sistema inmunológico, mejora el sueño y aumenta la autoestima. Solo hay que fijarse en el creciente interés por los baños de bosque. Recordemos que "el exterior es bueno para el interior de todos".
Una ruta a caballo es una excelente manera de desconectar del ajetreo y el bullicio de la vida de la ciudad, explorar bosques y descubrir el propio pais y el mundo rural, cabalgando por los caminos y senderos milenarios que unían antiguamente el territorio. Cabalgando entre bosques, prados y montañas, disfrutando del entorno natural.
Si nunca antes has montado a caballo, puedes sentirte un poco fuera de tu elemento cuando te subes a la silla por primera vez. De repente estás muy por encima del suelo, sentado a horcajadas sobre un asiento de cuero sobre un animal vivo que respira. No estás muy seguro de cómo controlarlo, o si incluso te escucharía si lo intentaras.
Pero mantén la calma y no entres en pánico. Una vez que te relajes en la silla y aprendas los comandos básicos que te expliquen, montar a caballo comenzarás a sentirlo como algo natural, y estarás listo para una aventura por el campo.
Mucha gente piensa que debe tener mucha experiencia montando a caballo para hacer una ruta de varias horas, pero no es necesario, no dejes que eso te impida ir de ruta.
No necesitas ninguna experiencia para montar a caballo siempre que acudas a profesionales, con caballos tranquilos y experimentados para montar por los senderos y caminos del medio natural. Los profesionales queremos que tu primera experiencia de ruta a caballo sea buena, por lo que trabajamos con caballos profesionales con amplia experiencia y fiabilidad. No olvidemos que para los guías siempre es lo mas importante hacer de la seguridad del grupo (jinetes y caballos) su primera prioridad.
Montar a caballo puede ser intimidante al principio, pero no pasará mucho tiempo hasta que empieces a sentirte cómodo en la silla. Solo necesitas tener un espíritu de aventura y ganas de probar algo diferente y lo pasarás increíble.
Montar a caballo es una actividad física. Cuando montas a caballo, participas activamente en dar instrucciones al caballo y señalar a dónde ir. (No te preocupes si nunca has hecho esto antes: te lo explicaran todo antes de salir de ruta).
Solo mantener la posición correcta sobre un caballo ya requiere un poco de fuerza. Sentarse alto en la silla trabaja la espalda, las piernas y los abdominales y apretar al caballo para cambiar la forma de andar trabaja la parte interna de los muslos. Estarás constantemente haciendo ligeros ajustes en tu equilibrio a medida que el caballo se mueve. Aunque estés sentado, estarás cansado después de la ruta y quizá, según la duración, incluso con agujetas.
Debido a que son mucho más grandes que nosotros, a veces es fácil olvidar que los caballos son animales de presa por naturaleza. A pesar de que pueden estar muy bien entrenados, todavía está en su programación instintiva correr tan pronto como sientan peligro.
Por lo tanto, es importante acercarse al caballo con confianza y calma desde una posición fronto-lateral. Lo mejor es acercarse a ellos por el hombro, es menos amenazante para ellos, en lugar de acercarse de frente o por detrás. Hablar en un tono bajo y uniforme y evitar movimientos y ruidos bruscos.
Es importante recordar que cada caballo es un ser vivo, con su propia personalidad independiente. Esto puede parecer obvio, pero a veces puede ser fácil olvidarlo y ver al caballo solo como un medio de transporte. Sin embargo, algunos caballos tienen muy buenos modales, mientras que otros pueden calentarse un poco antes de ser receptivos a las órdenes.
El mejor enfoque es estar tranquilo y paciente con el caballo. Estos animales son inteligentes, pero a veces también pueden ser un poco tímidos hasta que se sienten cómodos contigo. Siempre puedes preguntarle a tu guía sobre las personalidades de los caballos: sabrá cómo son sus caballos y puede decirte qué tipo de comportamiento esperar.
Uno de los aspectos más encantadores de montar a caballo es la conexión que haces con la hermosa y poderosa criatura que estás montando. Los caballos son el único medio de transporte a la naturaleza que tiene mente propia y además son silenciosos y respetuosos con el medio ambiente, no tienen motores ruidosos y no consumen combustibles fósiles. Siente su energía.
No hay mejor lugar para aprender sobre el caballo que por los caminos y senderos. Realmente tienes la oportunidad de vincularte y conocerlo, al mismo tiempo que "os convertís en uno" con la naturaleza. Cuanto más cabalgues por los senderos, mejor conocerás las señales y mensajes de tu caballo: cuándo está alerta, cuándo está realmente relajado, cuándo ignorará tus ayudas y cuándo está cansado.
Los caballos están diseñados para cubrir el terreno de manera eficiente y continua. Viajar por senderos es natural para ellos y la mayoría lo disfruta. Son notablemente seguros y fuertes. Los caballos pueden sortear pendientes empinadas, vadear arroyos y abrirse camino a través de zonas rocosas. Pueden ir a casi cualquier lugar al que pueda ir un excursionista que no requiera manos para escalar.
Hay otra gran faceta de montar a caballo por los senderos del medio natural: la belleza. Nuestros estilos de vida a menudo agitados tienden a reducir la oportunidad de simplemente estar en el momento presente y disfrutarlo por lo que es.
Cabalgar por los senderos te permite disfrutar de todos los aspectos de la naturaleza: el olor, la brisa, el paisaje, el bosque, las hojas de colores brillantes, la ardilla que corre bajo las hojas... y el susurro de las patas del caballo a través del follaje son suficientes para hacer que un buen día sea grandioso.
La asociación caballo-humano es una forma única y hermosa de acceder a la naturaleza. Tiene raíces firmes en nuestro pasado y merece un lugar en nuestro presente y futuro.
