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Prevención de riesgos al montar a caballo:

Montar a caballo implica un cierto riesgo, como en toda actividad o deporte. Depende de lo que tú hagas, ese riesgo puede aumentar o disminuir.

Los caballos, como animales de presa que son, tienen todos sus sentidos enfocados a salir huyendo ante un posible peligro; es lo que los ha mantenido vivos durante miles de años. Toda reacción de un caballo tiene un motivo, aunque a veces no sepamos que ha provocado determinado comportamiento. Todos pueden asustarse en un momento dado y crear una situación de peligro (para ellos o para nosotros). Por ello es importante tener en cuenta una serie de medidas de prevención de riesgos: 

La medida individual de prevención más importante es el uso obligatorio de los cascos, homologados según los estándares UNE EN 1384. Utilizando siempre adecuadamente las medidas de sujeción de este. 

Los jinetes deberían llevar siempre atuendo adecuado a la climatología y a la actividad, pantalón largo y calzado (botas o zapatos) bien cubiertos. 

Los caballos son animales que a primera vista pueden dar respeto y resultar intimidantes y por eso lo primero que se debe hacer es dejar atrás los nervios de montar a caballo. Hay que tener tranquilidad y confianza, un caballo recibe confianza de un guía seguro y tranquilo.

Siempre se debe realizar la actividad en óptimas condiciones físicas y mentales, ya que, como todo deporte de riesgo, precisa del jinete equilibrio, agilidad, atención, agudeza mental y una adecuada condición física. 

Está prohibido el consumo de alcohol, tabaco y drogas, con la obligación de informar de determinadas enfermedades, problemas físicos o medicamentos que se estén tomando para valorar la idoneidad del jinete para realizar la salida. 

Los menores de 8 años no pueden salir de ruta por el medio natural, solo podrán montar dentro la pista acompañados siempre de un adulto responsable. 

Los menores de edad con más de 8 años podrán salir de ruta con previa autorización escrita de un adulto responsable. Cuando sean más de dos menores deberá acompañarlos también un adulto.

Vigilar siempre al pasar por detrás de un caballo de no sobresaltarlo ni asustarlo para evitar coces y recordar que también pueden empujarnos, mordernos o pisarnos, aunque sea de forma involuntaria. 

Una de las peores cosas que le puedes hacer a un caballo es acercarte sigilosamente. Haz notar tu presencia hablando en tu tono habitual cuando te acerques, para asegurarte de que el caballo te vea venir. Es mucho menos probable que un caballo que sabe que te estás acercando patee,  o muerda.

La forma más segura de acercarse a un caballo es en ángulo desde un lado donde puedan claramente verte venir.

El lugar más seguro para estar es al lado del hombro delantero del caballo en lugar de a unos pasos de distancia de ellos, ahí no pueden reunir el impulso para ejecutar una patada potente.

No montar nunca al caballo sin la supervisión del monitor

No liarse las riendas alrededor de la mano ni de ninguna parte del cuerpo, si el caballo estira podría dañarse o ser arrastrado. 

Seguir siempre las instrucciones del monitor, sin gritos ni brusquedades, manteniendo el caballo en línea en su posición de la fila. 

Los acompañantes de los jinetes seguirán también las instrucciones del monitor o personal de Cavalls Wakan para la prevención de su seguridad. 

Hay que recordar siempre que estamos tratando con animales, que pueden tener reacciones inesperadas, por ello hay que estar muy atentos y tratar siempre al caballo con cuidado y respeto. 

El no cumplimiento de estas normas será responsabilidad exclusiva del cliente. 

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