Cuidadores de los caballos.
Los cuidadores somos una parte esencial en el trato con nuestros caballos, al estar en contacto constante con los caballos, vivimos con ellos, creamos relaciones muy profundas.
Somos quienes primero detectamos cualquier anomalía física o de carácter, además de proporcionar cariño y cuidados.
Los caballos necesitan cuidados diarios sin importar el clima, los horarios o las vacaciones, es un trabajo de 365 días al año que requiere un compromiso.
El cuidado de los caballos es un trabajo de amor.
Cuidar un caballo es muy divertido y muy gratificante, pero también es una gran responsabilidad, incluye tener una comprensión de las necesidades específicas de salud y bienestar del animal y tener el conocimiento y las habilidades adecuadas para cuidarlo.
Los responsables de los caballos debemos ser conscientes de nuestro deber de cuidado. Comprender cómo cuidar a un caballo significa tener en cuenta sus mejores intereses. También debemos saber cuándo buscar consejo y ayuda y a quién dirigirse.
Los caballos son con diferencia, mas grandes, mas rápidos y mas fuertes que nosotros, así que es esencial un buen manejo y buenas costumbres. Siempre sin gritos, sin golpes y sin malos tratos, con buenas maneras, sentido común y coherencia. Hay que ser paciente y tranquilo, constante y amable, claro pero firme y entender siempre su visión del mundo, intentar hablar su idioma.
Los caballos hablan directamente al corazón, a la mente y al alma, ayudando a mejorar la percepción de nosotros mismos y por tanto nuestra percepción del universo.
Es por ello que los cuidadores que tratamos día a día con caballos estamos en un proceso de constante evolución.
Somos profesionales con años de experiencia en el trato con caballos. siempre aprendiendo de ellos y de otros profesionales para poder ofrecer todo este conocimiento y vivir en armonía caballos y personas.