Montcortès
Montcortès es un pueblo del municipio de Baix Pallars, en la zona mas meridional de la comarca leridana del Pallars Sobirà.
Situado a 1.067 m de altitud sobre el nivel del mar en la parte occidental del municipio, en el Pla de Corts, a unos 500m. al este del Estany de Montcortès.
Geografia:
Se accede al pueblo o por la carretera local que partiendo desde la N-260, une Gerri de la Sal, a 12 km al este de Montcortès, con La Pobleta de Bellveí a 6 km al oeste y ya en la Vall Fosca, de la vecina comarca del Pallars Jussà; o tambien accediendo por este lado desde la L-503 en La Pobleta de Bellveí, donde parte el desvio de la misma carretera local hacia Montcortès.
Un clima a caballo entre el clima prepirenaico y pirenaico ofrece muy buenas condiciones para la agricultura y la ganadería. Una temperatura media anual de 10,10 °C y una precipitación media anual de 761 mm repartidas a lo largo del año con algunos días de nevadas.
Historia:
La presencia de múltiples construcciones megalíticas diseminadas por los alrededores y vestigios arqueológicos en cavidades de la zona, evidencia asentamientos humanos ya en el neolítico (alrededor del 4.000 aC) que giran en torno al Lago de Montcortès, con espacios aptos para la agricultura y la ganadería.
Prospecciones arqueológicas por la zona, además de localizar materiales prehistóricos, documentan también la presencia de materiales de la época romana, como cerámica y cristal datados en el siglo I y finales del II hasta otros materiales de finales del siglo IV i V, durante el Imperio Romano de Occidente.
Tras la caída del Imperio Romano se establecen los condados de la Marca Hispánica por el Imperio Carolingio, en el siglo VIII, para defenderse de las incursiones sarracenas del Califato de Córdoba.
Así surge en el siglo IX el Condado independiente del Pallars hasta su integración, en 1480, en la corona catalanoaragonesa del rey Fernando el catolico, que crea el Marquesado de Pallars en 1491, bajo el dominio de los Condes de Cardona.
Hasta la extinción de los señoríos a principios del siglo XIX, la mayor parte del término de Montcortès pertenecía a los marqueses de Pallars.
En 1812 se creó el municipio de Montcortès de Pallars que comprendía los pueblos de Ancs, Bretui, Cabestany, Mentui, Peracalç , Sellui y su capital, Montcortès, hasta su integración en el nuevo municipio de Baix Pallars creado en 1969.
Economía:
La base económica ha sido siempre el aprovechamiento y explotación de los recursos naturales: agricultura, ganadería, caza y la explotación forestal. Estas actividades tradicionales han disminuido mucho en los últimos años y la superficie agrícola actual está dedicada básicamente a prados y forrajes para el ganado vacuno y equino.
La economía actual gira además de sobre la ganadería, en torno al turismo ya que el paisaje es rico, variado y cada vez más apreciado por la gente que vive en las ciudades, contando además con la atracción del Espai Natural del Estany de Montcortès.
Demografía:
La población de Montcortès en el censo de 1553 constaba de 28 fuegos, contando unas 5 personas por fuego, son 140 habitantes. En los años 50-60 del siglo XX, con la industrialización, malas infraestructuras y peores servicios, se acelera la despoblación del pueblo. En 1970, el censo ya se reducía a 60 habitantes y 26 en 2013. En 2020 constan 24 habitantes censados en Montcortès, aunque en la realidad y viviendo todo el año en el pueblo, actualmente, se reducen a 12.
Como la mayoría de los pueblos del Pirineo, la despoblación y envejecimiento es uno de los principales retos, junto a la mejora de infraestructuras y servicios.
Se debe tener en cuenta que estos pocos habitantes son además los garantes del equilibrio medioambiental, cuidando del mantenimiento de bosques, caminos y el territorio en general lo que supone una gran carga para los reducidos presupuestos del pueblo.
Edificios de interés:
En lugar destacado en lo alto del pueblo, se encuentra el edificio conocido popularmente como la Abadía, que correspondería al antiguo castillo de Montcortès, del cual ya se tienen noticias en el siglo XI. Figurando en 1632 entre las posesiones del Duque de Cardona, Marques de Pallars.
Justo debajo de la Abadía se encuentra la iglesia parroquial de Sant Martí, edificio del siglo XVIII de una sola nave cubierta con una bóveda de cañón y tejado a dos aguas. En el lado norte de la fachada se levanta el campanario de sección octogonal coronado por una aguja piramidal.
En el mismo pueblo también se encuentran la capilla de San Sebastián y las ruinas de la capilla de la Mare de Déu dels Àngels, ambas también del siglo XVIII. Y a unos 800 m al sur del pueblo, se encuentran las ruinas de la ermita de San Miguel, en el bosque del mismo nombre.